Page 55 - MANEJO DEL MIEDO JUVENIL: AFRONTAMIENTO ANTE LA VIOLENCIA E INEFICACIA SOCIAL
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                        jóvenes; a su vez, en la última parte de nuestro análisis, encontramos que los jóvenes
                        que contaban con una alta percepción de riesgo en la esfera personal, familiar o en torno
                        a que un conocido sea victimizado, reportan también rasgos de estrés postraumático.


                        Respecto a la percepción de riesgo; es decir, del miedo concreto y las estrategias de
                MANEJO DE MIEDO JUVENIL: AFRONTAMIENTO ANTE LA VIOLENCIA E INEFICACIA SOCIAL
                        afrontamiento podemos concluir que existen correlaciones bajas, pero muy significati-
                        vas, y las únicas correlaciones que existen a manera moderada son hacia las estrategias
                        cognitivas (ver tabla 4), a manera operacional este hallazgo resulta congruente a la defi-
                        nición del precepto que da origen al miedo concreto; donde, a dicho riesgo percibido
                        definido por su referente Ruiz (2007a), y por definición, se le conoce  como un “miedo
                        cognitivo”.

                        Encontramos relaciones muy significativas entre las cuatro estrategias de afrontamiento
                        y los tres niveles de miedo concreto, es decir, a nivel personal, familiar y respecto a un
                        conocido, en el caso de la muestra general que incluye las dos ciudades, dicho hallazgo
                        es relevante; ya que, además de que denota que la población, a nivel estatal, tiene altos
                        índices de percepción de victimización a nivel familiar, o de que sufra algún conocido por
                        la vulnerabilidad ante el delito, nos revela un índice de desgaste en el tejido social; pero
                        a su vez, es un indicador positivo de que aún existe la sensibilidad y empatía colectiva
                        hacia el otro, lo cual es muy importante de rescatar a su vez como factor de protección
                        de una sociedad lastimada por el contexto violento.


                        Es importante que se detecte este interés y preocupación por el otro, pues nos habla
                        de una sociedad con conciencia e interés en participar y factible para ser intervenida;
                        ya que, las relaciones no se encuentran “cosificadas” del todo, en otras palabras, aun
                        dicha sociedad aprecia y habla de manera sensible y con genuina preocupación ante las
                        atrocidades y hazañas sufridas por la ciudadanía, y no parece haberse acostumbrado
                        a la adversidad, es decir, no se ha naturalizado la violencia, consecuencia de impacto
                        en las sociedades que terminan apreciando a personas como objetos, fenómeno su-
                        mamente peligroso que por consecuencia destruye la conexión y sensibilidad social en
                        dichos contextos.

                        Para Tremblay, Cordeau, y Kaczorowski (1993), la relación entre tasas de criminalidad y
                        sentimiento de inseguridad sería más fuerte en aquellos sectores donde los niveles de
                        delitos son más altos. Quizá ello se deba a que, en esas circunstancias, la criminalidad
                        cometida, resulta la principal fuente de información que las personas emplean para esti-
                        mar su riesgo a ser victimizadas.











                                    Sarah Margarita Chávez Valdez //  Leticia Ríos-Velasco Moreno
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