Page 23 - MANEJO DEL MIEDO JUVENIL: AFRONTAMIENTO ANTE LA VIOLENCIA E INEFICACIA SOCIAL
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                        Para Vozmediano (2008): “el concepto de inseguridad ciudadana abarca discursos emo-
                        cionales de la denominada sociedad de riesgo, que incluye a la delincuencia tradicional,
                        a otras preocupaciones como el terrorismo, la presencia de inmigrantes, y la seguridad
                        alimentaria” (p.3).
                MANEJO DE MIEDO JUVENIL: AFRONTAMIENTO ANTE LA VIOLENCIA E INEFICACIA SOCIAL
                        En el ámbito de la criminología, con frecuencia suele diferenciarse entre miedo social al
                        delito definiéndosele como miedo difuso, y al miedo concreto, se le considera como una
                        percepción de riesgo a ser victimizado, al miedo difuso o miedo social al crimen también
                        se le ha denominado “miedo emocional” y a la percepción de riesgo a ser victimizado, o
                        concreto, como: “miedo cognitivo” (Keane, 1995).

                        El miedo al delito difuso según Vozmediano (2006) “es una experiencia de naturaleza
                        emocional suscitada por la posibilidad de ser víctima de un delito. Además, es deter-
                        minada por la manera de procesar la información e interpretar la realidad a partir de los
                        elementos que nos proporciona el contexto” (p.9).


                        Para Ruiz y Turcios (2009) “el miedo difuso, seria propiamente el temor asociado al deli-
                        to, mientras que el concreto es la probabilidad percibida por la persona de ser víctima
                        de un delito en el futuro inmediato” (p.23).

                        Ruiz, J. (2006) empleó el término de inseguridad ciudadana, como equivalente al con-
                        cepto de miedo difuso. En cambio, a la percepción de seguridad, la reemplaza por la de
                        miedo concreto” (p.7). Estos términos pueden ser útiles para el análisis de esta temática;
                        por ejemplo, tanto para el temor al crimen contextual, que es el miedo difuso, como para
                        la probabilidad percibida a ser victimizado, o miedo concreto.


                        Según Vozmediano y San Juan (2006) “las percepciones y emociones subjetivas de los
                        ciudadanos, no tienen por qué corresponderse a los índices objetivos de seguridad y
                        delitos” (p.3).

                        Schweitzer et al., (1999) ejemplifican esta situación con el sostenimiento del miedo al
                        delito en los Estados Unidos de Norte América, en la década de los noventa, mientras
                        las tasas de delincuencia tendían a disminuir (Vozmediano et al., 2008).


                        Vozmediano et al. (2008) citan los resultados de la Encuesta Europea de Delito y Se-
                        guridad (EU ICS), donde se reporta que “algunas comunidades autónomas españolas
                        como el País Vasco, registraban tasas de delincuencia estables por un periodo de diez
                        años, a la par, las noticias sobre una creciente inseguridad se manifestaban de manera
                        constante en dichas comunidades” (p.4).








                                    Sarah Margarita Chávez Valdez //  Leticia Ríos-Velasco Moreno
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